6 de Mayo 2025 por Daniel Jorge

Boris Tageev, una pieza rusa del Gran Juego

Boris Leonidovich Tageev fue una de las figuras más enigmáticas e interesantes del periodismo militar ruso de principios del siglo XX. Nacido en 1871 en una familia militar, desde joven absorbió el espíritu de aventura y la pasión por los viajes, lo que posteriormente definiría toda su vida. Después de recibir una educación militar, Tageev no se limitó a una carrera convencional como oficial, sino que eligió un camino lleno de riesgos.

En realidad, Boris Tageev no era de origen ruso, sino persa, pero nació en San Petersburgo, donde ya vivían dos generaciones de sus antepasados. En el prefacio de uno de sus libros (A través de Afganistán) dice que se había estado preparando para un viaje a un país cerrado a los europeos desde 1892, pero que pudo llevar a cabo su intención sólo en 1901, después de ser despedido del servicio que estaba prestando en el Turquestán.

Al inicio de su carrera, Tageev sirvió en la región Transcaspiana, donde se sumergió profundamente en el estudio de la cultura y las costumbres de los pueblos de Asia central. Su interés por esta región era tan fuerte que aprendió varios idiomas locales y comenzó a escribir notas de viaje que se recogieron en varias publicaciones rusas. Fue aquí donde comenzó su desarrollo como corresponsal de guerra y escritor.

Uno de sus viajes lo llevó por Afganistán. Tageev se dedicó entonces a las actividades típicas de reconocimiento geográfico y recopilación de información, propias de cualquier otro espía del Gran Juego. En su libro A través de Afganistán describe el país al que entró bajo la apariencia de peregrino musulmán como si se tratase de un espía ilegal (lo cual probablemente era). Le interesaban los cruces de ríos, los pasos por puestos fronterizos, las formas de negociar con los guías de contrabandistas, la presencia de posadas y pozos, las oportunidades de tomar notas, trazar mapas topográficos y tomar fotografías…

Lo que vio no le inspiró:

Un paisaje inhóspito se abrió ante mis ojos: la estepa desnuda, ya quemada por los rayos del sol, de alguna manera me miraba tristemente con su monotonía y pobreza; Las montañas, desprovistas de vegetación, parecían de alguna manera arrancadas y sin alegría en medio de este desierto, donde sólo el viento, arremolinando la arena, recogía y llevaba hacia el cielo las grandes hojas de las crisantemos esteparios, completamente quemadas por el sol.

Retrato de Boris Tageev (fecha desconocida). Wikimedia commons.

Tageev alcanzó su mayor fama durante la Guerra Ruso-Japonesa de 1904-1905. Estando en la línea del frente como corresponsal de guerra, creó una serie de reportajes que se distinguieron no solo por su descripción detallada de las acciones militares, sino también por su profundo análisis de los acontecimientos. Sus artículos se publicaron en los principales periódicos y revistas rusas de la época, incluyendo Novoye Vremya y Russkoye Slovo.

En el periodo que siguió a la Guerra Ruso-Japonesa, Tageev se instaló primero en China y luego se mudó a Japón. En ambos países de desempeñó como colaborador en periódicos de corte socialista. Poco después de 1910 regresó a Europa y pasó un tiempo en Francia, para finalmente acabar en Gran Bretaña justo antes del estallido de la Primera Guerra Mundial.

Después del estallido de la guerra, la vida de Tageev cambió drásticamente. En el exilio, continuó su actividad como escritor, publicando memorias sobre sus viajes y experiencias militares. Sus libros, publicados en el extranjero en inglés, se convirtieron en una importante fuente de información sobre la Rusia prerrevolucionaria y sus fronteras orientales para los lectores occidentales.

Boris Tageev, segundo por la izquierda (fecha desconocida). Wikimedia commons.

El legado literario de Tageev incluye decenas de libros y cientos de artículos dedicados a sus viajes, campañas militares e investigaciones etnográficas. Entre 1926 y 1934 escribió nueve libros bajo el pseudónimo de Rustam Bek. De particular valor son sus trabajos sobre Asia central, que son particularmente llamativos debido a la minuciosidad a la precisión de sus observaciones.

Boris Tageev fue arrestado en 1937 y oficialmente acusado de ser espía japonés, estadounidense, británico, francés e italiano. La fecha no es una coincidencia, como tantos otros miles, Tageev fue víctima de las purgas estalinistas. Sería ejecutado en 1938 a la edad de 66 años, y finalmente rehabilitado por la URSS en 1976.

Referencias

• Biografía en Wikipedia
• По Афганистану: Приключения рус. путешественника (A través de Afganistán, 1904), Boris Tageev.