25 de Noviembre 2025 por Daniel Jorge
La Expedición Sino-Sueca de 1927-1935 - II

Este es el segundo artículo de una serie monógrafica sobre la llamada Expedición Sino-Sueca de 1927-1935, la gran última expedición dirigida por Sven Hedin. En la primera entrega relaté la gestación y los titubeantes comienzos del proyecto. En esta segunda parte veremos el desarrollo de la primera etapa de la expedición. Un viaje que llevó a Hedin y su grupo a cruzar el desierto de Gobi hasta alcanzar Urumqi, la capital de Xinjiang, entre los años 1927 y 1928.
Aproximación al desierto de Gobi
Después de reagrupar camellos y carga a trancas y barrancas, la expedición se dirigió hacia el oeste, enfrentando más de 320 kilómetros de viaje arduo por la antigua ruta caravanera del sur del desierto de Gobi, entre Hohhot (capital de Mongolia Interior) y Urumqi (en Xinjiang). El paisaje pronto se transformó en dunas desoladas, con el primer objetivo claro: llegar al delta del río Ejin (entonces llamado Etsin Gol), a unos cien kilómetros de distancia.
Allí establecerían un nuevo campamento base para estudiar el delta boscoso del río, que desemboca en los lagos Sub Nur (Sogo Nor) y Gaxun Nur (Gashun Nor), cerca de la frontera con Mongolia Exterior.
El 28 de septiembre de 1927, Hedin y su equipo alcanzaron el río Ejin, donde el grueso de la caravana ya los esperaba. A diferencia de sus expediciones anteriores, en las que Hedin asumía toda la investigación, ahora actuaba como administrador y coordinador de un equipo multidisciplinario. Él mismo bromeaba llamando a la expedición la «Universidad Itinerante».
El oasis fue un refugio tras el desierto: Vegetación exuberante con álamos altos y aguas cristalinas, noches frías amenizadas con fogatas, música en un gramófono de manivela y camaradería. El plan de Hedin era permanecer allí hasta noviembre, aprovechando para estudiar la zona.
El río Etsin Gol tomaba su nombre de la antigua ciudad de Etsina, visitada por Marco Polo en 1274, entonces un próspero oasis para caravanas. Para la época de Hedin, solo quedaban ruinas sepultadas por las arenas, conocidas por los mongoles como Khara-Khoto («Ciudad Negra»). El sitio había sido redescubierto en 1909 por el explorador ruso Piotr Kozlov, quien halló bajo la arena pinturas, objetos religiosos y manuscritos perfectamente conservados por el clima árido.
Hedin, respetando el trabajo previo del ruso, se limitó a documentar fotográfica y cinematográficamente las ruinas, sin realizar excavaciones. Para él, Khara-Khoto era el «botín de Kozlov, un tesoro arqueológico que ya tenía dueño.
La expedición permaneció en los alrededores del río Ejin hasta el 8 de noviembre, cuando las condiciones invernales se hicieron evidentes con temperaturas bajo cero y hielo flotante en el río. Tres hombres quedaron atrás para monitorear el observatorio meteorológico establecido en el sitio. Al partir, la expedición se dividió en tres grupos con el objetivo común de reunirse en la ciudad caravanera de Hami, a 700 kilómetros al oeste en el Turquestán Oriental (Xinjiang). El viaje atravesaba el árido desierto rocoso que los mongoles llamaban el Gobi Negro, caracterizado por pastizales insuficientes para los camellos, grandes distancias entre pozos de agua, y la amenaza del invierno siberiano.
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| Hedin conversando con el gobernador del área del río Ejin. Fuente: History of the Expedition in Asia, 1927-1935 |
Crisis en el Desierto
Cuatro días después de partir, una tormenta de arena los obligó a permanecer inmóviles durante dos días en un lugar con pésimos pastizales. Una semana después, una ventisca trajo un frío intenso. Pronto se hizo evidente que las provisiones de alimentos no serían suficientes, por lo que enviaron un pequeño grupo con cuatro camellos, dos mongoles y un intérprete chino para buscar suministros. El estado de los camellos empeoró rápidamente. Larson había cometido un error grave al no traer forraje adicional, algo que conocían bien los conductores regulares del Gobi Negro. Los camellos de la expedición comenzaron a sufrir pronto.
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| Tormenta de arena en el campamento, desierto de Gobi. Fuente: History of the Expedition in Asia, 1927-1935 |
A comienzos de diciembre, la temperatura nocturna cayó por debajo de -20°C por primera vez. Días después, Hedin sufrió un ataque de cálculos biliares que ralentizó aún más el avance. Para entonces, varios camellos habían muerto de hambre o habían sido sacrificados, y los restantes estaban tan débiles que no podían cargar jinetes, obligando a todos a caminar.
Hedin fue transportado en camilla por varios días hasta llegar a un manantial llamado Sebistei, poco más de la mitad del camino entre Ejin y Hami. Allí fue abandonado esperando un rescate junto con el doctor de la expedición, el botánico David Hummel, el arqueólogo Folke Bergman, el geólogo Erik Norin y el cocinero Chang. La espera se prolongó durante toda la Navidad y el Año Nuevo en Sebistei, sin que apareciera ningún grupo de rescate. El frío y el viento los atormentaban constantemente, y ocasionalmente derribaban las tiendas eran derribadas por éste.
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| Sven Hedin siendo transportado en camilla. Fuente: History of the Expedition in Asia, 1927-1935 |
Después de más de dos meses sufriendo de dolorosos ataques de cálculos biliares desde su parada forzosa en el manantial de Sebistei, Hedin finalmente fue rescatado en febrero de 1928. El doctor Hummel lo ayudaba a aliviar el dolor con inyecciones de morfina. La caravana de rescate tardó 24 días en llegar, momento en el cual la mayoría de los alimentos se habían agotado, quedando solo sopa de guisantes en polvo, cacao y los antílopes que Folke Bergman logró cazar.
Siguiente etapa: Viaje hacia Turquestán Oriental (Xinjiang)
Cuando llegó el rescate, Hedin fue colocado en una silla especial suspendida entre dos camellos. Al llegar a la frontera con Turquestán Oriental, inicialmente no fueron admitidos debido a un malentendido: una palabra mal escrita en una carta llevó a las autoridades de Xinjiang a creer que la expedición de Hedin era la vanguardia de un gran ejército invasor.
Una vez aclarado el malentendido y levantada la barrera fronteriza, el 23 de enero de 1928 todos los participantes de la expedición se reunieron en Hami. Apenas dos semanas después, continuaron en caballo y carreta hacia Urumqi, la capital de Xinjiang. A finales de febrero llegaron a una antigua ciudad de la Ruta de la Seda, Turfán, donde descansaron un día antes de continuar hacia Urumqi.
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| De camino a Urumchi. Fuente: History of the Expedition in Asia, 1927-1935 |
En febrero, Hedin se encontró en Turfán con Tokta Ahun, un comerciante de ganado que desde 1910 viajaba entre Turfán y la aldea de Tikkenlik (Tikanlik) cerca del río Konche Daria (hoy denominado río Kaidu) tres o cuatro veces al año, comprando ovejas en Tikkenlik para venderlas en Turfán. Lo que Ahun le contó fue sensacional. Ahun le contó sobre sus viajes a Tikkenklik y cómo había cruzado un río en ferry para llegar allí. Esto sorprendió a Hedin, ya que él había explorado extensamente esa región entre Turfán y Tikkenlik y no recordaba ríos que requirieran un cruce.
Ahun le explicó que siete años antes, el agua del río Konche Daria había cambiado su curso y fluía ahora por el lecho seco del Kuruk Daria, hacia el este. En la nueva ruta del río habían empezado a crecer juncos, álamos y había peces en el agua.
Este descubrimiento causó en Hedin una profunda impresión, pues, de hecho, en 1905, Hedin ya había predicho en su obra Scientific Results of a Journey in Central Asia que el Konche Daria volvería a fluir por el Kuruk Daria; solo era cuestión de tiempo.
La historia de Tokta Ahun pareció confirmar la teoría que Hedin había formulado 25 años antes sobre la hidrografía del desierto de Lop y la ubicación del lago Kara Koshun. Según Hedin, este lago, aparecía más al norte en antiguos mapas chinos porque el Lop Nor era un lago errante que cambiaba de ubicación con el tiempo.
Esta teoría había sido duramente criticada, sobre todo por geógrafos rusos, ya que contradecía las observaciones de sus compatriotas. Incluso su rival británico, Aurel Stein, había mostrado escepticismo. Sin embargo, ahora Hedin tenía pruebas que podían acallar a todos sus detractores: el lago realmente se estaba desplazando, tal como él había predicho, y lo hacía durante su propia vida, algo extremadamente raro y afortunado.
A pesar de su entusiasmo por investigar el nuevo curso del agua, Hedin tuvo que posponer esa exploración debido a que debía presentarse en Urumqi ante el poderoso gobernador de Xinjiang, Yang Zengxin. Necesitaba su permiso para continuar la expedición, establecer estaciones meteorológicas y realizar vuelos sobre la provincia.
El tema de los vuelos era crucial, no solo por el valor científico, sino porque de ello dependía el futuro de la expedición. Si Yang negaba el permiso, Lufthansa retiraría su apoyo y Hedin se quedaría sin financiación.
Negociaciones en Urumchi
Hedin llegó a Urumchi el 27 de febrero, tras una semana de viaje desde Turfán atravesando llanuras desérticas, desfiladeros estrechos y altos pasos de montaña en medio de una tormenta de nieve. En ese momento, Xinjiang era una región tranquila, ya que el gobernador Yang había logrado mantenerla al margen de la guerra civil en China.
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| Carreta en las calles anegadas de Urumchi. Fuente: History of the Expedition in Asia, 1927-1935 |
Hedin estaba ansioso por saber si Yang permitiría los vuelos de investigación, mientras que el gobernador tenía curiosidad por saber si Hedin y sus hombres eran bandidos o no. Tras una inspección minuciosa, Yang concluyó que eran de fiar. Les ofreció comida, champán y un discurso de bienvenida, elogiando su misión de explorar la provincia, encontrar recursos como metales, petróleo y carbón, y contribuir al desarrollo de Xinjiang.
Durante un par de meses, Hedin permaneció en Urumchi organizando su «academia itinerante», enviando a sus hombres a distintas misiones y manteniendo buenas relaciones con el gobernador, lo que implicaba asistir a largas cenas ceremoniales y organizar otras tantas en reciprocidad.
Finalmente, Hedin logró todos los permisos que necesitaba en Xinjiang, salvo uno: Yang se negó a autorizar vuelos sobre la provincia en medio de la guerra civil. Esto significaba que Lufthansa retiraría su financiación. Hedin se vio entonces ante una decisión crítica: cancelar su expedición o buscar nuevos patrocinadores…
En el siguiente artículo hablaré de cómo se las arregló Hedin para mantener la expedición con vida y los siguientes objetivos de esta.






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